No he salido de mi noche, de Annie Ernaux


domingo 28
"Acólito" , una palabra que le gustaba utilizar cuando hablaba de los cómplices de embriaguez de algunos clientes. Mostrar que conocía palabras difíciles. Es una mujer que nunca ha soportado que la humillen.
Imágenes de mí, a los dieciséis años: los chicos, la esperanza permanente del gran amor. Y ella, consejera: "¡Eres demasiado joven! ¡Tienes tiempo de sobra!". Nunca se tiene tiempo.
Escribir sobre la propia madre plantea, a la fuerza, el problema de la escritura.


Este es el primer libro que leo de la Ernaux. En este diario Annie reflexiona sobre sí misma y sobre su relación con su madre enferma de Alzhéimer, que se encuentra en una residencia de ancianos. Tras cada visita, anota en él un presente que trata de encajar y rememora las conversaciones en la que su madre se diluye poco a poco.

La autora describe el proceso de deterioro que observa en ella y el proceso de la enfermedad en todos los espacios en los que conviven (su casa, la residencia, sus recuerdos). La habitación y los pasillos de la residencia en la que se encuentra encierran un aire de decrepitud y asepsia. Las visitas ponen a la autora en un lugar en el que ella misma debe rescatar un pasado común que desplace al presente a un lado, en un esfuerzo de imponer la memoria que quiere que permanezca. También descarga con honestidad sus sentimientos sobre lo que ve en ella de sí misma y sobre la incertidumbre de sus miedos, y esa honestidad es liberadora, desgarra y hiere, nombra y ayuda a soltar.

Es una obra lúcida, doliente y bella.

Podéis encontrar los títulos disponibles de la autora aquí.

María Pérez Cordero

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